En el 2010 la revista The
Chic Ecologist publicó The
Environmental Impact of Everyday Things (El Impacto Ambiental de las Cosas
Cotidianas) que aborda el tema de la contaminación causada por productos de
higiene femenina: toallas higiénicas y tampones.
Como bien se analiza en el artículo existen dos
consideraciones ambientales a tener en cuenta: la contaminación por el proceso
de producción y la contaminación por la disposición final de los residuos. Teniendo
en cuenta aspectos del orden estadístico: Una mujer típica puede usar en
cualquier lugar entre 8000 y 17000 tampones en su vida, durante aproximadamente
30 a 40 años, generando en toda su vida un aproximado de 140 kg de residuos.
El Royal Institute of Technology
de Estocolmo desarrolló una comparación del impacto ambiental de la Evaluación
del Ciclo de Vida (ECV) de tampones y toallas higiénicas. Su evaluación de las
etapas de extracción de materias primas, transporte, producción, uso y manejo
de residuos determinó tres categorías a considerar: salud humana, calidad del
ecosistema y uso de los recursos.
Los resultados muestran que el principal impacto ambiental
es el causado por el proceso de las materias primas, especialmente el
polietileno de baja densidad (plástico usado en el reverso de las toallas y en
los aplicadores de los tampones) y la producción de celulosa.
A continuación se muestra el diagrama de flujo en el que
como parte de la producción de estos plásticos se requiere grandes cantidades
de energía y se generan residuos de larga permanencia, el impacto principal es
el uso de combustible fósil.
Diagrama de flujo del impacto Fuente: The Royal Institute of Technology, 2010 |
Tomando la elección entre toallas higiénicas y tampones, las
toallas tienen más de un impacto ambiental debido a sus componentes de plástico.
Eso no quiere decir que los tampones no tengan un impacto medioambiental
significativo. La fibra de algodón usada en la producción de tampones
contribuye al 80 % de su impacto total. El tratamiento implica un uso intensivo
de recursos dado que la agricultura del algodón requiere las cantidades grandes
del agua, pesticidas y fertilizantes. Y como no duran indeterminadamente, como
los revestimientos plásticos usados en las toallas, los tampones requieren
aproximadamente seis meses en biodegradarse.
A continuación compartimos una infografía que muestra ciertos beneficios del uso de la copa menstrual versus el uso de los tampones, cuya fuente es Ruby Cup.
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Fuente: www.ruby-cup.com |
Como las toallas higiénicas, los protectores diarios y los tampones, son productos que por su composición y funcionamiento, no son reciclables, estos deben tener una disposición y tratamiento especial, ya que son desechos orgánicos humanos altamente contaminantes, lo cual representa todo un reto a ser asumido por los instrumentos de gestión de residuos sólidos en nuestro país.
Revisemos algunas estadísticas adicionales:
Según la Organización Mundial de la Salud - OMS cerca de 80%
de las mujeres sufren de alguna enfermedad genital y 63% son causadas por el
uso de toallas higiénicas de mala calidad.
Para Estados Unidos de Norteamérica, según Women's for the
Earth casi el 85% de la población femenina utiliza tampones (informe de 2013).
El uso de tampones por edades en España es: Entre 35 y
49 años, sólo 1 de cada 3 los usan / Entre 15 y 25 años, 2 de cada 3 mujeres
los usan.
En cuanto a la composición de los residuos sólidos que
tienen su origen en productos de higiene femenina, las toallas higiénicas
representan el 63%, mientras que los tampones el 37%.