Usarla es muy fácil, por experiencia sabemos que una mujer puede tardar en adaptarse a su copa, es decir conocer la posición correcta de su cuerpo, hasta 3 meses, durante los cuales recomendamos usarla con un protector de tela reusable. Lo primero que debes hacer es lavarte las manos y enjuagar muy bien el jabón para evitar infecciones vaginales por levaduras, luego esterilizar tu copa menstrual, seguidamente (o durante este proceso) debes relajarte pues al estar tensa se contraen también los músculos pélvicos, para ello se recomienda hacerlo en la intimidad de nuestra casa y evitar las primeras veces hacerlo en servicios higiénicos de uso público.
Una vez que hemos llegado a este punto, solo se debe plegar la copa (para esto existen varias técnicas y la elección final dependerá de con cual nos sintamos mas a gusto) e insertarla en la vagina por debajo de lo que normalmente colocarías un tampón, para esto tienes que estar en una posición cómoda, sentada en el inodoro, en cuclillas, de pie con una pierna levantada y apoyada en el inodoro o acostada en el suelo con las piernas flexionadas y separadas.
Al insertar la copa deberás hacerlo siguiendo tu propio cuerpo (en una posición de 45 grados aproximadamente) hacia el hueso púbico, la copa deberá abrirse, para verificarlo puedes hacerlo con ayuda de tu dedo índice siguiendo el cuerpo de la copa hasta el borde y siguiendo luego este contorno, puedes ayudar a tu copa dando unos ligeros pellizcos a la base o girando suavemente la copa, luego puedes jalar hacia afuera para comprobar que no esta no salga pues el sello de aire ya se habrá formado, de esta manera la copa deberá quedar dentro y tú no deberás notarla, ya está lista para usar!
Una vez que hemos llegado a este punto, solo se debe plegar la copa (para esto existen varias técnicas y la elección final dependerá de con cual nos sintamos mas a gusto) e insertarla en la vagina por debajo de lo que normalmente colocarías un tampón, para esto tienes que estar en una posición cómoda, sentada en el inodoro, en cuclillas, de pie con una pierna levantada y apoyada en el inodoro o acostada en el suelo con las piernas flexionadas y separadas.
Al insertar la copa deberás hacerlo siguiendo tu propio cuerpo (en una posición de 45 grados aproximadamente) hacia el hueso púbico, la copa deberá abrirse, para verificarlo puedes hacerlo con ayuda de tu dedo índice siguiendo el cuerpo de la copa hasta el borde y siguiendo luego este contorno, puedes ayudar a tu copa dando unos ligeros pellizcos a la base o girando suavemente la copa, luego puedes jalar hacia afuera para comprobar que no esta no salga pues el sello de aire ya se habrá formado, de esta manera la copa deberá quedar dentro y tú no deberás notarla, ya está lista para usar!
Los tampones no solo absorben la sangre sino también la
humedad natural, a diferencia de ellos la copa no absorbe sino que recolecta
permitiendo mantener el balance natural sin alterar la mucosa vaginal y
evitando los posibles efectos secundarios del uso del tampón: sequedad, picazón
e infecciones. Internamente se produce un sello con las paredes vaginales por
lo que no hay pérdidas de sangre, no entra el aire por lo que sangre no se
descompone, es decir no hay mal olor. Al principio seguro querrás cambiarte
varias veces, además deberás encontrar la posición exacta de la copa dentro de
tu cuerpo, todas las mujeres somos diferentes por fuera y por dentro, esto te
tomara los primeros días, además usar la copa te da la posibilidad de explorar
tu cuerpo, lo recomendable es probar la copa incluso cuando no se está menstruando
(te puedes ayudar al principio con lubricante.
Antes de retirarla debes lavarte las manos, luego basta con presionar levemente la pared de la copa para romper el sello de aire, luego solo la sacas con cuidado, luego de vaciar la copa debes la lavarla con agua fría, también puedes limpiarla con toallitas húmedas, si no tienes agua a la mano y estará lista para volver a insertarla. Al inicio y final del período de menstruación se debe esterilizar la copa hirviéndola.
